Aquí hay algunas cosas que puedes hacer físicamente para mantenerte seguro y saludable durante estos tiempos turbulentos de incertidumbre. La mejor manera de protegerte es asegurarte de que tu sistema inmunitario esté en la mejor forma. Si tu respuesta inmune es fuerte, puedes resistir el virus o recuperarte de sus efectos.
- Vitamina C: el virus puede reducirse drásticamente o incluso detenerse mediante el uso extendido de altas dosis de vitamina C, a través de suplementos o la ingesta de superalimentos como acai, camu camu, escaramujo, bayas como la baya de goji, grosella espinosa india o amla, arándano, zarzamora, fresa, frambuesa, cereza, frutas como limón, naranja, mandarina, melón, pomelo, kiwi, mango, papaya, piña, sandía, etc.
- Cúrcuma y jengibre: consuma mucha cúrcuma, que es un excelente refuerzo inmunológico. El jengibre y los condimentos como la pimienta negra te mantienen caliente por dentro. Puedes triturar el jengibre crudo, hervirlo en agua y beberlo a intervalos durante el día; siéntete libre de agregarle miel y pimienta negra junto con una pizca de lima para fortalecer su potencia. El agua de jengibre es ideal para aliviar la tos y los trastornos respiratorios de forma natural.
- Probióticos: los probióticos no solo aseguran una buena salud intestinal sino que también fortalecen el sistema inmunológico. Puedes tomar suplementos o consumir yogurt natural, kéfir, kombucha, etc.
- Higiene: mantenga la higiene personal, toca las cosas con guantes o plástico y lávate las manos con frecuencia. ¡Evita tocarte la cara!
- Aislamiento: evita los lugares públicos o socializar, minimiza el contacto físico con los demás, también evita tocar objetos metálicos o cualquier cosa en los lugares públicos.
- Hacer ejercicio o ayunar: si no puedes salir a hacer ejercicio, intenta el ayuno intermitente. Este es un buen momento para comenzar prácticas saludables y hacer cambios en el estilo de vida. El ayuno cosecha los mismos beneficios que los ejercicios físicos y mentales; también produce más cetonas que las dietas cetogénicas, lo que aumenta la capacidad intelectual, provoca la regeneración celular y te mantiene joven, ágil y saludable. Para aprender a ayunar correctamente, lea: los beneficios del ayuno intermitente.
- Tomar sol: permanezca en ambientes cálidos, bien ventilados, limpios, con aire fresco y mucha luz solar.
- Toma de tierra: ponte en contacto con tu cuerpo, conéctate con tu chakra raíz y ponte a tierra. Si tienes un patio trasero, parque cercano o un lugar seguro donde puedes tocar tierra natural como arena, pasto, barro o incluso abrazar un árbol, este es un excelente destructor de estrés, neutralizador y estimulante de la salud. La idea es que tu piel toque la piel de la tierra. Para obtener más información sobre esto, lea: los beneficios de la conexión a tierra.
- Dormir: asegúrate de dormir mucho, recuperar el sueño perdido. El sueño es excelente para regular los ritmos circadianos y reponer el mecanismo inmunológico natural del cuerpo.
- No estrés: hagas lo que hagas, no entres en pánico ni te estreses en este momento, lo que solo logrará debilitar tu sistema inmunológico. Este es el momento de rejuvenecer tus energías, no agotarlas. Toma baños tibios de agua salada para aliviar estrés y eliminar la energía negativa.
- No basura: evita la comida rápida y la comida chatarra, ya que son un drenaje para el sistema inmune que causa inflamación en el cuerpo. También evita el azúcar a toda costa, si deseas mantener una fuerte inmunidad.
- Comida caliente: coma alimentos calientes, sopas, caldos y beba infusiones o agua tibia para mantenerte hidratado. Evita los alimentos fríos como postres y helados en este momento.
- Aceites saludables: intenta cocinar con aceite de oliva, coco, mostaza o sésamo orgánico, prensado en frío y evita los aceites vegetales altamente refinados, como el aceite de canola, algodón, maíz, soja, cártamo o girasol que contribuyen a la inflamación y perjudican nuestra respuesta inmune natural.
- Surtir: obtenga alimentos duraderos pero nutritivos como nueces y semillas, frutas secas, aceite de oliva y aceite de coco, lentejas, legumbres, frijoles, garbanzos, arroz integral, quinua, trigo sarraceno, mijo, alimentos a base de plantas, hierbas y condimentos, pastas y botellas de salsas, vegetales de mayor duración como cebolla, ajo, papa, camote, calabaza, etc. y guárdalos en tu casa para que no tendrás que salir mucho. También puedes guardar verduras y frutas congeladas a largo plazo.
Y lo más importante, ¡mantente a salvo!
