¡La mente no es un basurero!

Muchos maestros espirituales en el pasado se han convertido a la mente en un enemigo, y continúan haciéndolo hoy, llamándola ‘la mente del mono’ o destrozándola como basura con todo tipo de pensamientos inútiles, volviendo redundantes nuestros pensamientos y proponiendo meditaciones rigurosas para escapar la charla interminable de la mente, como un medio para lograr la paz interior.

Cualquiera que te pida que escapes de la mente no ha entendido la importancia de la mente en nuestra experiencia humana, encarnada en el cuerpo físico aquí en la tierra. Los pensamientos son el lenguaje de la mente. Resistir a nuestros pensamientos nos hace temerles, tratamos de evitarlos, negarlos, rechazarlos, cambiarlos, todo en nombre del pensamiento positivo o la meditación. Las personas son tan rápidas para reemplazar un pensamiento negativo o una palabra con una manta positiva que se ven como superficiales y antinaturales; esencialmente se están haciendo un flaco servicio cuando lo hacen. Como este tipo de resistencia es en realidad más perjudicial que beneficioso; puede conducir a la manifestación de todo tipo de disfunción, trastorno y enfermedad. Todas las enfermedades nacen en la mente. Una enfermedad es una mente que no está a gusto. Rechazar cualquier aspecto de nuestro ser pone a la mente en un lugar de enfermedad. Negar o resistir nuestros pensamientos es la forma más segura de mantenerlos allí. Seguramente ese no es un atajo hacia la iluminación. Estamos aquí para experimentar la totalidad. Escapar o evitar partes de nosotros mismos causa lo opuesto: desintegración o fragmentación. Más bien, debemos integrar todos los aspectos de nuestro ser si deseamos alcanzar cualquier estado de totalidad, unidad o supuesta iluminación. ¡Tenemos que salvarnos de nuestros pensamientos equivocados sobre nosotros mismos!

El cuerpo no es lo que somos. La mente no es lo que somos. El alma tampoco es lo que somos. Somos la esencia de Todo lo que Es, Dios, la divinidad. Pero hay una razón por la que dejamos ese dominio absoluto de todo conocimiento y encarnamos en este cuerpo físico. La experiencia es de la encarnación física solamente. En el ámbito absoluto, solo hay un conocimiento absoluto de quiénes somos en realidad, pero no tenemos el vehículo de la experiencia. Es en el cuerpo que podemos experimentar en lo físico quiénes somos, es decir, la divinidad misma. Y así, cuando descendemos a este plano físico, nuestra esencia se divide en tres partes: cuerpo, mente y espíritu. La mente es un puente entre el alma y el cuerpo. No es solo una herramienta esencial, sino un poderoso creador de nuestras realidades físicas aquí en la tierra. Es en la mente donde se viven todas las experiencias. Solo el cuerpo no puede experimentar nada cuando la mente no está en el juego. El juego se vuelve más jugoso cuando podemos involucrar a los tres: cuerpo, mente y espíritu. Por lo tanto, se debe lograr un delicado equilibrio entre los tres. Profundizar demasiado en cualquier aspecto puede derrumbar ese equilibrio; ¡demasiado en el alma y perdemos la experiencia física, demasiado en el cuerpo y nos olvidamos de lo que realmente somos, demasiado en la mente y nos apegamos demasiado a todo! Es una combinación de estar en los tres aspectos de nosotros mismos lo que creará la unidad o la integración de nuestros seres.

Citando el ‘Orange book’ de las técnicas de Osho: la mente es una espina y todas las técnicas son espinas para sacar la primera espina … La mente es algo antinatural; nunca se convierte en tu estado natural. Pero la meditación es un estado natural, que hemos perdido. Es un paraíso perdido, pero el paraíso puede ser recuperado. MEDITACIÓN es un estado de no-mente. La meditación es un estado de conciencia pura sin contenido. Por lo general, tu conciencia está demasiado llena de basura, como un espejo cubierto de polvo. La mente es un tráfico constante: los pensamientos se mueven, los deseos se mueven, los recuerdos se mueven, las ambiciones se mueven, ¡es un tráfico constante!

Muchos maestros espirituales han convertido a la mente en un enemigo, enseñándonos a escapar de nuestras mentes para encontrar la paz interior. Parece que tenemos que cortar partes de nosotros mismos para alcanzar la paz que prometen. La mayoría de la gente está más feliz de estar en un lugar de turbulencia que en un lugar de ese tipo de paz entumecida que le da un nudo incómodo en el estómago ya que la mente constantemente se convierte en el villano. No solo es antinatural, sino que es imposible renunciar a la mente por completo siempre que estemos en el cuerpo físico. ¡Cualquiera que deje la mente como basura es, de hecho, hablando esas palabras que se originan de un pensamiento justo en la mente! Una palabra procede de un pensamiento, no lo precede. Sin embargo, es posible canalizar la mente hacia la creación de resultados constructivos. Y eso no puede suceder mientras consideremos a la mente como un enemigo. Cuando experimentamos nuestras noches oscuras del alma, queremos encontrar consuelo, y aceptamos cualquier promesa de paz e iluminación, sin considerar su validez o verdad. Pero luego nuestro espíritu en algún momento interviene y dice NO. No es gran cosa cultivar la paz interior en un centro de meditación o una estadía prolongada en ashrams, renunciando a todos nuestros deseos terrenales o al desorden de la vida cotidiana. Cuando escapas de todas las realidades de la vida, no es una gran hazaña estar “en paz” como lo han demostrado algunos maestros. Pero vivir la vida, manejar su desorden de una manera pacífica es lo que es un desafío. ¿Y qué es la paz de todos modos? ¡Es aburrido! ¡Lo opuesto a la emoción, lo opuesto a la vida! Si la vida no tiene problemas, no hay desafíos, no hay contrastes con los que experimentar, entonces no creceremos, evolucionaremos, progresaremos, ampliaremos ni nos auto-realizaremos. Todo será simplemente teórico sin experiencia física. Bien podría permanecer del otro lado en el ámbito absoluto; ¿por qué venir al plano físico? ¡Esta es la razón por la cual la mayoría de los cursos de meditación y los discursos espirituales no cumplen sus promesas o van a cambiar las tornas y culparlo por su fracaso, alegando que no se ha esforzado lo suficiente! El hecho de que esos métodos no solo no funcionan, sino que colocan a la gente en un lugar de auto-conflicto interno es difícil de ver en general, porque la gente tiende a poner a estos maestros en un pedestal, creyendo que conocen el camino; ¡pero están haciendo negocios, haciéndose más ricos cada día a su costa! La razón por la que hemos encarnado en el ámbito físico es vivir una vida física. Es esencial conocer el alma en nuestras vidas y estar en alineación con los deseos de nuestra alma, sin embargo, renunciar a lo físico por completo para la expansión de nuestra alma no tiene mucho valor práctico. ¿Qué es la iluminación de todos modos? Una experiencia de nuestra luz! Todos somos seres de luz. Y es en lo físico donde necesitamos brillar esa luz de conocimiento interno, para ser verdaderamente iluminados. Pero eso no se puede lograr renunciando a nuestras necesidades, deseos, sueños, ego o la mente. Tenemos que hacer amigos con estos aspectos desafiantes de nuestro ser para que ellos nos revelen sus dones. Cuando los negamos, los rechazamos o los resistimos, no solo los mantenemos allí, sino que desatamos sus aspectos más oscuros y sufrimos más. ¿Crees que una persona ‘en paz’ ​​no sufre ni experimenta el dolor? Simplemente eligen adormecerlo o no reaccionar. De esa forma dejan de sentir algo. Pero los sentimientos son el lenguaje de nuestra alma, el conductor de nuestras experiencias de vida.

Ya somos completos, perfectos, sanados y amados. No hay un camino equivocado de regreso a nosotros mismos, de vuelta a lo divino. Todos están viviendo las agendas de sus almas, caminando por sus propios caminos. Sí, podemos ayudarnos mutuamente en nuestros viajes, reducir el sufrimiento y el dolor, pero no podemos decir que, mi camino es mejor que el tuyo o que es un atajo hacia la iluminación. Pasar por alto o escapar de cualquier aspecto de nosotros mismos, los está empujando más profundamente en nuestro subconsciente, y eso no es un camino corto para la auto-realización, ya que esos se convierten en nuestras sombras, puntos ciegos, para perseguirnos en momentos inoportunos cuando menos los esperamos. Las personas que intentan renunciar al ego, por ejemplo, se vuelven tan justas y rígidas en sus maneras, ¡eso mismo es una exhibición de sus egos! ¿Cuál es el significado de la alegría que no se puede compartir con nadie? El celibato, la austeridad, la destreza son los caminos de los yoguis, para lograr lo que, auto-conocimiento? Las personas que creen que la encarnación física es un castigo predicarán tales cosas, por lo que no tenemos que volver aquí. Pero eso es solo un sistema de creencias y no necesariamente cierto. Ellos resisten la vida misma. Quien entiende el juego de la vida, nunca resistirá la vida, sino que la abrazará. Porque lo que resistimos, persiste. Lo que realmente miramos deja de tener poder sobre nosotros, ¡incluida la mente! La vida es una elección, no una compulsión para nadie.

La vida en la tierra está gobernada por la Ley de la Atracción que esencialmente implica que atrae a los semejantes; significa que la energía atrae resultados similares; el miedo atrae el miedo, el amor atrae el amor. El miedo, el amor, la ira, los celos, la violencia, la paz, la ansiedad, la tranquilidad, los sueños, los deseos … todos existen en la mente. Las emociones son energías en movimiento; son nuestra brújula interna y nos informan sobre nuestros estados internos de ser en cualquier momento dado. Las emociones son fuerzas fuertes que pueden afectar directamente nuestro bienestar; una emoción negativa prolongada en la mente causará una enfermedad en el cuerpo. Las emociones nos dan realimentación, qué sentir y los sentimientos son la firma de nuestra alma. Así es como los tres conectan: mente, cuerpo y alma. Venir únicamente de la mente o el cuerpo o el alma sería perjudicial a la larga. Necesitamos integrar los tres para llevar una vida equilibrada. La creación se vuelve interesante cuando comprendemos que la mente es un puente entre el cuerpo y el espíritu, por lo que podemos canalizarla en la dirección que decidamos para experimentar los resultados deseables; los pensamientos deliberados, las creencias de empoderamiento, la visualización creativa, la meditación enfocada, el pensamiento positivo, el trabajo en la sombra, pueden ser todas herramientas constructivas para ayudar a crear nuestras realidades.

La mente es poderosa, diseñada para servir a nuestra experiencia física en la tierra. El libre albedrío y la elección son mecanismos de la mente para navegar la vida. Los pensamientos son cosas. El cielo y el infierno se crean en la mente. Un acto de compasión y un acto de terrorismo nacen en la mente. ¿Pero debemos rechazar la mente para evitar el terrorismo? Entonces la compasión desaparecerá también, ya que las personas se volverán tan duras consigo mismas que también harán lo mismo con los demás. En el pasado, cuando la gente no entendía el juego de la mente y el lugar del ego en ella, la llamaban malvada y, por lo tanto, pensar que renunciar a ella es la solución a todos los problemas que crea el ego. De la misma manera, se cree que el deseo es la raíz de todo sufrimiento. Pero el deseo impulsa la creación. Es el apego que viene con el deseo lo que causa el sufrimiento. Hay una diferencia. Porque el deseo en sí mismo no puede estar malo xq impulsa la vida y todas las elecciones. Quizás cuando la gente destrozó la mente, lo que querían decir es que la mente puede tener todo tipo de pensamientos destructivos y constructivos y canalizarlo sería un mejor uso de ella. Pero no lo pusieron en términos tan laicos, creando mucha confusión y mala interpretación de sus enseñanzas por parte de aquellos que los siguen ciegamente. Así que, como todos nosotros, sus enseñanzas, aprendizajes y comprensiones de la vida también fueron incompletos y deberían tomarse con una pizca de sal, que no deben seguirse religiosamente como la única verdad. Al final, no hay una verdad absoluta; toda verdad es subjetiva dada la perspectiva de la persona a través de cuyos filtros viene, en función de sus circunstancias y experiencias de la realidad.

En conclusión, la mente es una herramienta maravillosa, un hermoso vehículo para la creación. Para que podamos funcionar en el plano físico, necesitamos que la mente traiga la sabiduría de nuestras almas a nuestros cuerpos. Cuando meditamos, por ejemplo, usamos la mente para comprender sus implicaciones, para conectarnos con dimensiones más altas, y una vez que alcanzamos esos reinos podemos tener una experiencia de falta de atención, atemporalidad, etc. La mente es necesaria para comprender esta experiencia humana, para entender pensamientos, conceptos, patrones; ¡incluso las enseñanzas de cualquier maestro se entienden solo en la mente! No obstante, identificarse demasiado con la mente no es saludable. La mente puede hacer o romper nuestras realidades dependiendo de cómo lo usemos. Necesitamos canalizarla para crear conscientemente, no para deshacernos de ella. De hecho, no podemos, no importa cuánto lo intentemos. En cambio, debemos usarlo como un aliado, para impulsarnos en la dirección de nuestros sueños y deseos, hacer que sea nuestro amigo para que pueda servirnos en este viaje llamado la vida, en lugar de trabajar en contra nosotros, a través de nuestras creencias disfuncionales y patrones de pensamiento limitantes, robarnos de la alegría interior.

Abandonar, escapar, rechazar, negar, sabotear cualquier parte de nosotros no es un atajo hacia la iluminación. ¡De hecho, es un desvío!

---

Escuche la versión audio aquí: